sábado, 23 de enero de 2010

Perú


Mañana domingo estaré viajando a Lima, a la Universidad del Pacífico, para asistir a la II Universidad de Verano: "Gobernabilidad, liderazgo y políticas públicas" organizado por el Colegio de las Américas de la Organización Universitaria Interamericana.


Noto con interés que entre las actividades ya confirmadas, se cuenta una visita institucional a Villa El Salvador, un caso de estudio en políticas públicas por las innovaciones relalizadas por sus propios habitantes.Al respecto, el coordinador de la Iniciativa Interamericana en Etica y Capital Social del BID, Bernardo Kliksberg, señala en una entrevista: "A nivel micro hay experiencias en  América Latina de  comunidades que se han organizado y han logrado salir airosas. Una de ellas, que menciono con frecuencia en mis trabajos, es Villa El Salvador en el Perú. Es un municipio de 400.000 pobres que cumple 34 años de existencia. Esos pobres, indígenas que  bajaron de los Andes, no tenían dónde estar y finalmente se los envió a un arenal lejos de Lima donde no crecía nada. Ellos construyeron con sus manos el municipio.Ante todo construyeron las escuelas, los caminos, las casas, la farmacia, los hospitales.Todo.Es un municipio auto-gestional. No tenían nada, pero tenían lo que yo llamo en mis libros “un capital social” gigantesco. Tenían la cultura de los Andes peruanos, una cultura  de solidaridad, de respeto mutuo, de trabajo en común, tenían valores éticos muy importantes.Y construyeron un municipio modelo. Villa El Salvador ganó el Premio Asturias del Rey de España, ganó el premio de la UNESCO a la mejor experiencia de educación popular del planeta, ganó el premio de las Naciones Unidas a Ciudad mensajera de la Paz.Hace diez años, el Papa Juan Pablo II , al visitar América Latina, hizo su misa más importante en Villa El Salvador, ante tres millones de personas y dijo que lo que sentía ahí era que allí había hambre de Dios. Es una comunidad notable. Hace poco tuve el honor para mi excepcional, de que Villa El Salvador me nombró ciudadano honorario y me dio la Medalla de la paz.Este lugar es una muestra de cómo los pobres de América Latina pueden producir una forma de vida que les devuelve la esperanza. Lo mismo ha sucedido con los campesinos indígenas que crearon en El Salvador las escuelas EDUCO, escuelas autogestionadas por los mismos campesinos, que es experiencia modelo para el Banco Mundial"  


Junto a Porto Alegre y Rosario, por sus experiencias de diseño de sus presupuestos participativos, Villa El Salvador aparece también como ejemplo de cambios mediante esquemas participativos en el texto Seis tesis no convencionales sobre participación, del consultor mencionado. Este trabajo puede consultarse aquí.


El 1 de febrero estaré de vuelta en Rosario. No me extrañen...




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